domingo, 27 de septiembre de 2009

La Llamada de Dios


El hombre ha sido llamado por Dios para grandes designios. Desea confiarle una misión de elevada y eterna trascendencia. De la respuesta que el hombre dé a Dios depende todo el sentido de su vida y la salvación de muchas almas. Esto es en su sentido más profundo la vocación: una respuesta generosa, incondicional, ilimitada al destino que Dios nos da.

Cuando un joven se empieza a preguntar si Dios le llama, esa misma inquietud interior suele ser la señal que Dios usa para llamarle. A veces en la vida de algunos santos, Dios llama con mucha fuerza y es muy difícil desoír su llamada. Pensemos en San Pablo, por ejemplo. Pero otras veces la llamada es un susurro muy suave, casi imperceptible, que se puede apagar por completo con el ruido del mundo si no se es fiel a la gracia.

Hay muchas personas que sintieron en su momento la llamada del Señor, pero no tuvieron valor para decir SÍ en ese momento y luego esa llamada se apagó y su vida siguió otros derroteros… más cómodos quizá… pero eso no quiere decir que no tuvieron vocación…. Simplemente fueron llamados, pero no respondieron.

Te ofrecemos un sencillo test que te puede servir de referencia para saber si tú realmente tienes vocación.

No lo rechaces de antemano. Haz la prueba. Pide luz al Espíritu Santo y reflexiona seriamente estos puntos:

1. ¿Se te ha ocurrido alguna vez consagrar tu vida por completo a Dios?
2. Aunque la realización de este ideal suponga renuncias y sacrificios, ¿crees que con la ayuda de Dios, serías capaz de ello?
3. ¿Te ilusiona consagrar tu vida al mayor ideal que se puede vivir en este mundo?
4. En la hora de la muerte, ¿cómo te gustaría haber vivido?
5. ¿Has pensado en vivir ayudando a los demás?


Los religiosos, sacerdotes, misioneros… desarrollan en el mundo de hoy trabajos importantísimos. Sin ellos, millones de personas quedarían abandonadas a su suerte. Con ellos, tiene vida y esperanza porque, como es sabido, los religiosos llegan hasta el martirio por defender y estar al lado de aquellos a quienes aman.